viernes, 18 de julio de 2014

Drop the bomb

Kurtz, el artista, el luminoso.
Aferrado a la verdad entendió que la guerra es salvaje, muerte y cuerpos mutilados apilandose; volcado a la causa dejó de lado las excusas, los motivos, el discurso de lo necesario y lo apropiado.
Kurtz entendió que matar es matar
como Lorca que amar es amar
y que aceptas tu posición hasta las últimas consecuencias o solo seras uno más.
Por eso era peligroso. Por eso debía morir.
Al final Kurtz siempre muere, pero nadie puede negar su revolución.


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