domingo, 4 de noviembre de 2012

Panda

Y entonces eres. El tiempo se contrae y rasca con uñas de gato cada capa, cada fuente escondida, un sentido golpea a otro y la pelea prosigue hasta que vuelve a comenzar, cuatro, cinco o seis niños jugando a la pelota en tu mismo rincon. Han pasado diecinueve minutos. Rearmas. El desprecio en la mirada que te esconde y siempre el mismo niño el que ha de buscar, alguno intenta hacer trampas y se alarga el juego, pero al final un rincon siempre es demasiado pequeño para escondites, ni siquiera cabemos todos pero lo intentas y es en tu esfuerzo insensato donde te encuentra y vuelta a empezar. Diez, nueve, ocho, siete, seis. Han pasado veintitres minutos mas y sigues siendo, sigues siendo.
Poco importa. Si ahora es invierno, es que sigue la primavera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario