El acto. La acción. El simulacro de la mente moviendo al cuerpo en una dirección, como sabiendo a donde dirigirse.
Laura camina sobre el puente, el mismo puente, llega al lugar al que pretendía llegar. Podría desandar el camino y nada habría cambiado.
Laura podría olvidar el puente. Podría balancearse entre hilos, una danza azarosa, lúbrica, ser el ovillo madre de su naturaleza y llegar así al mismo lugar. Quizás tampoco cambiaría nada, pero habría una sonrisa.
Sencillo, o no.
viernes, 28 de marzo de 2014
sábado, 8 de marzo de 2014
Acelerador
Músculos y huesos
componen los mapas de anatomía.
La piel sigue olvidada.
Desaprender las convenciones y recordar que en las lenguas clásicas amor y deseo se escribian igual. Desaprender a follar. Respetar la punta de los dedos, la palabra, la mirada. Respetar la piel.
Subirse sin importar el peligro, disfrutar el peligro. Agasajarse. En el festín de la carne poco importan músculos y huesos.
componen los mapas de anatomía.
La piel sigue olvidada.
Desaprender las convenciones y recordar que en las lenguas clásicas amor y deseo se escribian igual. Desaprender a follar. Respetar la punta de los dedos, la palabra, la mirada. Respetar la piel.
Subirse sin importar el peligro, disfrutar el peligro. Agasajarse. En el festín de la carne poco importan músculos y huesos.
viernes, 7 de marzo de 2014
Last dance with Corso
Last night I drove a car
reckless trough the forrest,
screaming tires broken glass
couldn't silence one last laughing.
Pumpim' metal spoiled blood
wrecked spine dazed limbs,
last dance reached a fallen body
but couldn't silence one last laughing.
This far I've pushed to ban
the memories forbidenn,
let me drown into your tears
to write down just one lost word of sorrow.
reckless trough the forrest,
screaming tires broken glass
couldn't silence one last laughing.
Pumpim' metal spoiled blood
wrecked spine dazed limbs,
last dance reached a fallen body
but couldn't silence one last laughing.
This far I've pushed to ban
the memories forbidenn,
let me drown into your tears
to write down just one lost word of sorrow.
jueves, 6 de marzo de 2014
De mujeres y monstruos, 3
Para muchas mujeres (casi todas las que merecen la pena), Drácula es un ejemplo del romanticismo mas venial. Erotismo. Ese elegante caballero que os vuelve locas en la cama.
Drácula vive en la tragedia. Es el hombre que puede tener todo excepto lo único que realmente quiere. Su corazón late, por mucho que se empeñen en negarlo, su corazón empuja las lágrimas derramadas durante siglos; el amante perfecto nacido de la muerte del amor. La sangre solo es la manera de calmar el ardor de la sal corriendo por sus venas. El seductor que no puede ser seducido, la losa.
O así nos lo han contado.
Drácula sabe, ellas saben, la sonrisa de Mina puede aparecer en cualquier esquina, cambia la sal de las lagrimas por sudor fresco y rejuvenece para poder envejecer y disfruta, ya mortal, pero mucho mejor que los mortales.
En un mundo donde los zombies son tendencia, una vez mas las mujeres demuestran tener razón; nadie quiere abrazar a alguien que se descompone a la mínima presión.
Drácula vive en la tragedia. Es el hombre que puede tener todo excepto lo único que realmente quiere. Su corazón late, por mucho que se empeñen en negarlo, su corazón empuja las lágrimas derramadas durante siglos; el amante perfecto nacido de la muerte del amor. La sangre solo es la manera de calmar el ardor de la sal corriendo por sus venas. El seductor que no puede ser seducido, la losa.
O así nos lo han contado.
Drácula sabe, ellas saben, la sonrisa de Mina puede aparecer en cualquier esquina, cambia la sal de las lagrimas por sudor fresco y rejuvenece para poder envejecer y disfruta, ya mortal, pero mucho mejor que los mortales.
En un mundo donde los zombies son tendencia, una vez mas las mujeres demuestran tener razón; nadie quiere abrazar a alguien que se descompone a la mínima presión.
miércoles, 5 de marzo de 2014
La Belleza y la Bestia
El abismo y la montaña solo son un distinto punto de vista.
La modernidad no entiende que no habría Burroughs sin el viejo testamento.
La modernidad no entiende que Rimbaud era punk.
La belleza esta en las flores; la belleza esta en un desfile nazi. Pero la modernidad le habla a la belleza de moral.
No existen ojos abiertos si no han observado con pausa el abismo. La belleza no es un regalo, es una pelea de la que te levantas satisfecho mientras escupes dientes. Es elevar el brazo partido a la altura justa de la caricia.
La belleza es el diablo que te saca a bailar a la luz de luna mientras ciudades enteras se derrumban enterrando en hormigón millones de cuerpos que no te importan porque miras la belleza a los ojos.
La belleza no es un regalo. O mas bien no es cualquier regalo. Es ese regalo tan bien envuelto que abres con miedo, sin saber si lo que hay dentro sera mejor que la envuelta.
La belleza se rie del miedo, de ti, de mi, de millones de cadáveres y de las atrocidades de la humanidad.
La belleza es el animal despiadado que te acecha en la oscuridad. Sonríe.
La modernidad no entiende que no habría Burroughs sin el viejo testamento.
La modernidad no entiende que Rimbaud era punk.
La belleza esta en las flores; la belleza esta en un desfile nazi. Pero la modernidad le habla a la belleza de moral.
No existen ojos abiertos si no han observado con pausa el abismo. La belleza no es un regalo, es una pelea de la que te levantas satisfecho mientras escupes dientes. Es elevar el brazo partido a la altura justa de la caricia.
La belleza es el diablo que te saca a bailar a la luz de luna mientras ciudades enteras se derrumban enterrando en hormigón millones de cuerpos que no te importan porque miras la belleza a los ojos.
La belleza no es un regalo. O mas bien no es cualquier regalo. Es ese regalo tan bien envuelto que abres con miedo, sin saber si lo que hay dentro sera mejor que la envuelta.
La belleza se rie del miedo, de ti, de mi, de millones de cadáveres y de las atrocidades de la humanidad.
La belleza es el animal despiadado que te acecha en la oscuridad. Sonríe.
Mauvais Sang
El clavo ardiendo.
El agujero en el pecho cauterizado.
Al fin la sangre roja. Duele con cada latido, recorre hirviendo las carreteras escapando en cada control. Diástole. Encuentra en cada hemisferio el mismo mapa de estrellas. Sístole. Vive en una sonrisa de dolor. Late, tuc, una curva peligrosa sin reducir marcha, tac, el muro inevitable. Bebe su propia sangre, la sangre de los amantes jóvenes que nunca fue tan dulce.
Los dedos afilados y la mirada distante.
Sigue conduciendo, amenazando a quien intente sacarle el hierro del corazón.
Sabe que ese dolor es su mejor sonrisa.
El agujero en el pecho cauterizado.
Al fin la sangre roja. Duele con cada latido, recorre hirviendo las carreteras escapando en cada control. Diástole. Encuentra en cada hemisferio el mismo mapa de estrellas. Sístole. Vive en una sonrisa de dolor. Late, tuc, una curva peligrosa sin reducir marcha, tac, el muro inevitable. Bebe su propia sangre, la sangre de los amantes jóvenes que nunca fue tan dulce.
Los dedos afilados y la mirada distante.
Sigue conduciendo, amenazando a quien intente sacarle el hierro del corazón.
Sabe que ese dolor es su mejor sonrisa.
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