miércoles, 3 de septiembre de 2014

Cabaña

21:11
El minuto en que el arte y la vida pueden morir a manos del conocimiento.
Atraviesa la puerta persiguiendo un rubor
una constancia
algo que le demuestre que el mundo no existirá cuando ya no esté en el
una garantía
un freno al pánico del limbo.
¿Es quien dice ser ese dolor que no duele pero se siente, acaso? 
Una pregunta incorrupta se pierde a las 21:16.
Es otoño, el día se disuelve cuando encuentra la duda que le permite saber que no llegara tanto conocimiento, que siempre habrá huecos por rellenar
que la pasión y el equilibrio son el reino de los funambulistas
sin público ni red.
21:21



No hay comentarios:

Publicar un comentario