No piden representación en su manifestación silenciosa. Sus proclamas son invisibles. Forman en proporción áurea casquillos y percutores, Sísifos voluntarios y sus rostros, seda difusa, devuelven cada rayo de sol multiplicado, relajado; sin temporizador son una bomba y la llaga de su explosión un motor y nuevos astros, circulación avivada en senderos expropiados a la canalla piadosa, los cabizbajos silentes.
De lo gélido
solo cubos para el juego
de lo inerte
solo materiales de dibujo.
No piden
Exigen
Con paso tranquilo y mirada voraz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario