lunes, 29 de octubre de 2012
Cerillas
Era un cuarto compartido en el que apenas entrabamos bajo la noche y rendidos, un cuarto que apenas pisabamos sin excusa. Un cuarto de decoracion escasa, vacia de significado, solo golpes de color y bolas de pelusa escondidas en la oscuridad. Era un cuarto al que llegabamos sin querer llegar, un escondrijo sin cuentas atras ni carreras ni sonrisas, un cuarto donde el juego llegaba muerto y los niños huian a por la merienda. Un cuarto con ventana, pero escondidos de la luz. Un cuarto como otro cualquiera, pero no. Porque era el cuarto que teniamos y no lo construia el ladrillo, era el cuarto que teniamos y el tuyo no puede ser igual.
miércoles, 24 de octubre de 2012
Demora, quizás.
En cambio allí amanecía una colina.
El horizonte desaparecido
su aroma en una caja de galletas
y en cambio allí amanecía una colina.
Murió el amante perezoso
(para que citar lo que se llevó, si ya no lo conserva)
y se acabó el sostén.
Sin el sexo ni las estrellas
no había excusa
la confianza sería la costra de las heridas
o no
pero como tal fue arrancada
para que ser vulnerable
si ningún fluido lo ampara.
Y pese a todo, pasaba la noche.
Y allí amanecía una colina.
El horizonte desaparecido
su aroma en una caja de galletas
y en cambio allí amanecía una colina.
Murió el amante perezoso
(para que citar lo que se llevó, si ya no lo conserva)
y se acabó el sostén.
Sin el sexo ni las estrellas
no había excusa
la confianza sería la costra de las heridas
o no
pero como tal fue arrancada
para que ser vulnerable
si ningún fluido lo ampara.
Y pese a todo, pasaba la noche.
Y allí amanecía una colina.
viernes, 12 de octubre de 2012
Apenas tú
Eres el tiempo perdido en una caja de cerillas,
inflamable saliva de sonrojo
en la boca que nunca vio nacer,
el vaivén de una llamarada
que solo si se apaga quema
(siniestra condición)
y en la comisura de tu sonrisa ignífuga
habitan kilos de ceniza
que son el manto de tu piel.
Y te apagas, y sonríes,
y en tu calma pactada
apenas sobrevive la muerte.
inflamable saliva de sonrojo
en la boca que nunca vio nacer,
el vaivén de una llamarada
que solo si se apaga quema
(siniestra condición)
y en la comisura de tu sonrisa ignífuga
habitan kilos de ceniza
que son el manto de tu piel.
Y te apagas, y sonríes,
y en tu calma pactada
apenas sobrevive la muerte.
lunes, 8 de octubre de 2012
Contraseña a pesar
Toda la correspondencia jamas escrita
podria resumirla en una sola frase
----------------------------------
Y ni siquiera una imagen.
podria resumirla en una sola frase
----------------------------------
Y ni siquiera una imagen.
domingo, 7 de octubre de 2012
Fisura en rojo
Esos días en los que consigo odiarte, abominarte, y todo tu cuerpo, tus ideas, esa mirada ansiada con la furia de lo incontrolable que dominas cuando no te dominas no son mas que un tumor que rodea tu coño; y entonces mis dedos lo acarician y el me devora, llama a la sangre el pene la punta de los dedos bocas entreabiertas, y envueltos cada vaivén hace saltar las pústulas y caen pedazos formados de celulas sobredimensionadas acumuladas muertas, y en cada empellón asomas indómita reclamando lo que es tuyo y ya tu piel acaricia el aire y el sexo tapa el aroma de la podredumbre. Cuerpos desnudos como vacías las mentes y tú, erguida sobre ti misma y acariciando al fin aquello que tú eres.
Esos días en los que consigo abominarte para darme cuenta que quizás te quiero, o ni siquiera, pero besarte para matar la inquietud del texto sin punto final.
Esos días en los que consigo abominarte para darme cuenta que quizás te quiero, o ni siquiera, pero besarte para matar la inquietud del texto sin punto final.
sábado, 6 de octubre de 2012
Fuimos Fibonacci
Tejida una red impenetrable
impenetrable ajena al subterfugio
para que el aroma del sexo sea rancio
rancio como el vaso de cerveza olvidado bajo la cama
percibiendo el lloro-risa
de apenas dos palabras no
no pronunciadas
aquella noche
ninguna de aquellas noches
noches
que no saludan a las miradas
las miradas ya perdidas
de cuando fuimos funambulistas
funambulistas de la tristeza
la tristeza
y el olvido.
impenetrable ajena al subterfugio
para que el aroma del sexo sea rancio
rancio como el vaso de cerveza olvidado bajo la cama
percibiendo el lloro-risa
de apenas dos palabras no
no pronunciadas
aquella noche
ninguna de aquellas noches
noches
que no saludan a las miradas
las miradas ya perdidas
de cuando fuimos funambulistas
funambulistas de la tristeza
la tristeza
y el olvido.
Postilla
Desististe de tu fuerza
por sentir que alguien te protege.
Es tu sepulcro esa misma ceniza
sobre la que antes te elevabas
y por mucho que sonrias
no puedes tapar esa mirada,
esa mirada anclada al minuto
que soborna tus emociones
y vendes con satisfaccion tu brillo
a una mano que te cubre
te tapa
la mano que te libera de los miedos
que solo sientes bajo ella.
Decidiste el otoño
que caduca tu mirada.
por sentir que alguien te protege.
Es tu sepulcro esa misma ceniza
sobre la que antes te elevabas
y por mucho que sonrias
no puedes tapar esa mirada,
esa mirada anclada al minuto
que soborna tus emociones
y vendes con satisfaccion tu brillo
a una mano que te cubre
te tapa
la mano que te libera de los miedos
que solo sientes bajo ella.
Decidiste el otoño
que caduca tu mirada.
martes, 2 de octubre de 2012
Parques y jardines 1
Es suntuosa esa metáfora
que te acompaña entre las piernas.
o bien
Ocupas el lugar exacto
del pan duro en la alacena.
que te acompaña entre las piernas.
Ocupas el lugar exacto
del pan duro en la alacena.
lunes, 1 de octubre de 2012
52°31’24.53”N 13°24’41.38”E
Mi pecho escribe desorientado
(dos pezones son toda la constelación. luz mas que suficiente).
Encuentrame como a un desconocido
en silencio
sin la palabra-la cadena
tu piel y mi piel sean solo piel
sin los pronombres ni la memoria
para que el tacto sea gozo
si no nos conocemos.
Retírate con la sonrisa pactada
sin guardar un solo dibujo
llévate tu corazón de niquel-cadmio
poco importa la fuente de tu energía
pero deja que te escuche respirar.
No quedará nada
no existen promesas, no existe justicia
solo ese minuto perdido en los relojes
sin peso ni presencia
pero mi yo volviendo a mí
(el posesivo no lleva acento)
y poder seguir la ruta:
Mi pene-brújula buscando tu norte
tu exclamación
entre los pliegues de otra mujer.
Septentrión
Apilar peceras no hace mar.
La tiniebla en la que te sumerge creerte libre
flotando en un deseo del pasado.
La quimera que vuelve y finge pleamar.
Ahogarse con el aire viciado
que otro rechazó antes.
Cazar la ballena y la ballena eres tú.
La tiniebla en la que te sumerge creerte libre
flotando en un deseo del pasado.
La quimera que vuelve y finge pleamar.
Ahogarse con el aire viciado
que otro rechazó antes.
Cazar la ballena y la ballena eres tú.
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