domingo, 25 de mayo de 2014

Sin prisioneros

Podemos sonreír.
Por mucho que las calles estén tomadas por personas que se enfadan porque no les pides una explicación.
Tenemos el cuarto fortificado.
Perplejos, nos miran como a idiotas sin ser capaces de entender que escuchemos una vez tras otra la misma canción.
Los del "para siempre" en la boca no saben que los besos son mas húmedos cuando aceptas el compromiso de vivir enamorándote cada cinco minutos.
Jamás podrás explicarles esa danza con una poesía, pero no dejes de escribirla. Sera la innecesaria bandera con la que cubrir los cuerpos desnudos a los que no pueden aspirar.




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