Tensa los muslos eléctricos en un saludo al sol que resplandece rebotado sobre la piel, piel que sabe lo que quiere. Piel que reclama, que aúlla cantos de invocación de libros antiguos aún sin escribir, una búsqueda de arrebato y rendición como buscan todos los habitantes del Olimpo; todo el poder orientado a encontrar la manera de caer, de desprenderse de lo divino y por lo terrenal volver a la divinidad, de destruir el logos y levantarse mito de nuevo.
Estatuas móviles de la eternidad
cazando un nuevo día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario