Te vas. Te vas y no pretendes volver, no finjas que quizás lo hagas. Hazme el amor, deséame la muerte. No es una despedida. No es un reencuentro. No es una esperanza. Quiero que te partas las uñas contra mi piel y dolerte unos días, quiero que sepas que no puedes hacerme daño. Quiero que marques mi piel y sepas que ese será el único rastro de ti que quedará, que sepas que se desvanece mientras te alejas y que en poco tiempo nada quedará.
Voy a ayudarte en tu nueva huida.
Voy a hacerte sentir que nada te espera para que jamás te amenace el retorno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario