Tienes nombre de noche de luna llena.
El cielo despejado, las estrellas tomando su lugar en el teatro antes de iniciarse la función. Hay silencio en la noche, un silencio que acampa como el árbitro de las próximas jugadas y ya los protagonistas atraviesan el telón.
Tienes nombre de instante.
La primera palabra rasga el espacio, la primera palabra me rasga. Cada hilo suelto es una nueva caricia, cada caricia es una nueva tela rasgada, cada tela rasgada con sus nuevos hilos sueltos y sus caricias y sus telas rasgadas, la primera palabra rasga el espacio como si fuera el primer grito.
Tienes nombre de mirada.
El cuerpo no es sólo cuerpo; el cuerpo, si habla, no sabe qué es la soledad. El cuerpo llena hasta el último rincón de la estancia, el cuerpo se jacta de su valor y de su saber ser, de su saber estar. El cuerpo, ese que no es sólo cuerpo, sabe que en algún momento puede volver a serlo pero que nada lo opaca cuando libera su esplendor.
Tienes nombre de amanecer.
domingo, 30 de diciembre de 2012
sábado, 22 de diciembre de 2012
Prestidigitadores y funambulistas
Porque estoy mordiendo tu nuca, y te giras en el preciso instante en el que deseo tu lengua. Porque apenas empiezas a sentir el hormigueo en tus senos, mi boca enmarca tus pezones.
Olvidas las manos del mago, no hay cartas marcadas.
Tu respiración es la única medida de tiempo. La caricia nuestra unidad de distancia. La palabra se despoja del truco y nos acompaña, sutil, sin ponerle nombre al juego ni anclar agarraderos al espacio que generamos, y vivimos y jugamos en la punta de los dedos, nos alzamos sobre nosotros mismos para bailar con la figura que el otro dibuja sobre la piel; ya la luz que te envuelve es amanecer y anochecer en un solo instante y las estrellas te observan con envidia.
No importa cuantas respiraciones hayan pasado porque seguimos estando a tan solo una caricia.
Olvidas las manos del mago, no hay cartas marcadas.
Tu respiración es la única medida de tiempo. La caricia nuestra unidad de distancia. La palabra se despoja del truco y nos acompaña, sutil, sin ponerle nombre al juego ni anclar agarraderos al espacio que generamos, y vivimos y jugamos en la punta de los dedos, nos alzamos sobre nosotros mismos para bailar con la figura que el otro dibuja sobre la piel; ya la luz que te envuelve es amanecer y anochecer en un solo instante y las estrellas te observan con envidia.
No importa cuantas respiraciones hayan pasado porque seguimos estando a tan solo una caricia.
martes, 11 de diciembre de 2012
Trenza
Unidos
con la matemática perfecta de los cuerpos celestes y ya la punta de tus dedos desata un yo desde mi piel, el yo tangente a cada caricia, el individuo que lo es porque existe un otro como dibujando celosías en cada bombilla.
Rendidos
por los arabescos que pintan las espaldas y el sudor conciliador, la armonía de todo ese entramado de curvas en las que perdemos los minutos lamentados y cada sonrisa como la rama de una enredadera, cada sonrisa envolviendo y enraizando, cada sonrisa-la sonrisa, y vuelta a empezar.
Erguidos
sobre la piel, con la piel, hacia la piel, derramando a cada bocado ese fulgor de las noches en las que sueñas que despiertas y la piel está ahí, pero despierto y sin soñar, porque la piel está ahí. Esta ahí como siempre ha estado, solo esperando las luces para salir al escenario. La piel sobre la que subes y acaricias el yo envuelto en la piel que te acaricia, y vuelta a empezar.
Y es ese momento el momento en el que vives.
con la matemática perfecta de los cuerpos celestes y ya la punta de tus dedos desata un yo desde mi piel, el yo tangente a cada caricia, el individuo que lo es porque existe un otro como dibujando celosías en cada bombilla.
Rendidos
por los arabescos que pintan las espaldas y el sudor conciliador, la armonía de todo ese entramado de curvas en las que perdemos los minutos lamentados y cada sonrisa como la rama de una enredadera, cada sonrisa envolviendo y enraizando, cada sonrisa-la sonrisa, y vuelta a empezar.
Erguidos
sobre la piel, con la piel, hacia la piel, derramando a cada bocado ese fulgor de las noches en las que sueñas que despiertas y la piel está ahí, pero despierto y sin soñar, porque la piel está ahí. Esta ahí como siempre ha estado, solo esperando las luces para salir al escenario. La piel sobre la que subes y acaricias el yo envuelto en la piel que te acaricia, y vuelta a empezar.
Y es ese momento el momento en el que vives.
lunes, 26 de noviembre de 2012
Luminaria de a traves.
Es un rincón perdido en una pequeña ciudad y no hay ángulos rectos entre tabiques; es un resoplido de alivio, el hálito del tiempo contrayéndose y dibujando volutas con las agujas del reloj, ahora el minutero frena, el segundero lo adelanta y las horas pasan a golpes de una en una, las tres, las cuatro, las cinco, las cuatro otra vez, tira una linea si te atreves.
El mismo disco girando una y otra vez, aunque un tanto rayado, aunque la aguja algo torcida y así los saltos siempre en el mejor momento de la canción, pero es mas romántico, ya sabes, no es el mismo sonido cuando solo son datos, lo discreto jamás podrá batallar con lo continuo (no se baila a golpes).
El mismo disco girando una y otra vez, aunque un tanto rayado, aunque la aguja algo torcida y así los saltos siempre en el mejor momento de la canción, pero es mas romántico, ya sabes, no es el mismo sonido cuando solo son datos, lo discreto jamás podrá batallar con lo continuo (no se baila a golpes).
Y no dibuja sobre el vaho porque la tinta sea infinita, no se perfila a contraluz por la foto mas hermosa. Hace así, simple, un alarde de su naturaleza y sonríe, reduciendo todo el dibujo de su figura a un ligero trazo, y puede haber bruma a la mañana pero las luces permanecerán intactas.
domingo, 4 de noviembre de 2012
Waav. 1
Nadie sabe como empezo la enfermedad. Cuando dos jovenes se
aman, la incuban y contagian a cualquier otro con el que follen. Ellos no lo
saben, para ellos es tan invisible como nosotros, pero no podemos alimentarnos
de ellos. El margen de seguridad son los cincuenta años, a partir de esa edad
desaparece del cuerpo como tantas otras cosas.
No podemos alimentarnos de jovenes.
No podemos follar con ellos.
No podemos follar entre nosotros.
Esas son las normas. Somos hermosos, no necesitamos dormir y
engatusamos a cualquiera con la mirada, pero no podemos tener ningun fluido de
todos esos cuerpos.
Panda
Y entonces eres. El tiempo se contrae y rasca con uñas de gato cada capa, cada fuente escondida, un sentido golpea a otro y la pelea prosigue hasta que vuelve a comenzar, cuatro, cinco o seis niños jugando a la pelota en tu mismo rincon. Han pasado diecinueve minutos. Rearmas. El desprecio en la mirada que te esconde y siempre el mismo niño el que ha de buscar, alguno intenta hacer trampas y se alarga el juego, pero al final un rincon siempre es demasiado pequeño para escondites, ni siquiera cabemos todos pero lo intentas y es en tu esfuerzo insensato donde te encuentra y vuelta a empezar. Diez, nueve, ocho, siete, seis. Han pasado veintitres minutos mas y sigues siendo, sigues siendo.
Poco importa. Si ahora es invierno, es que sigue la primavera.
Poco importa. Si ahora es invierno, es que sigue la primavera.
lunes, 29 de octubre de 2012
Cerillas
Era un cuarto compartido en el que apenas entrabamos bajo la noche y rendidos, un cuarto que apenas pisabamos sin excusa. Un cuarto de decoracion escasa, vacia de significado, solo golpes de color y bolas de pelusa escondidas en la oscuridad. Era un cuarto al que llegabamos sin querer llegar, un escondrijo sin cuentas atras ni carreras ni sonrisas, un cuarto donde el juego llegaba muerto y los niños huian a por la merienda. Un cuarto con ventana, pero escondidos de la luz. Un cuarto como otro cualquiera, pero no. Porque era el cuarto que teniamos y no lo construia el ladrillo, era el cuarto que teniamos y el tuyo no puede ser igual.
miércoles, 24 de octubre de 2012
Demora, quizás.
En cambio allí amanecía una colina.
El horizonte desaparecido
su aroma en una caja de galletas
y en cambio allí amanecía una colina.
Murió el amante perezoso
(para que citar lo que se llevó, si ya no lo conserva)
y se acabó el sostén.
Sin el sexo ni las estrellas
no había excusa
la confianza sería la costra de las heridas
o no
pero como tal fue arrancada
para que ser vulnerable
si ningún fluido lo ampara.
Y pese a todo, pasaba la noche.
Y allí amanecía una colina.
El horizonte desaparecido
su aroma en una caja de galletas
y en cambio allí amanecía una colina.
Murió el amante perezoso
(para que citar lo que se llevó, si ya no lo conserva)
y se acabó el sostén.
Sin el sexo ni las estrellas
no había excusa
la confianza sería la costra de las heridas
o no
pero como tal fue arrancada
para que ser vulnerable
si ningún fluido lo ampara.
Y pese a todo, pasaba la noche.
Y allí amanecía una colina.
viernes, 12 de octubre de 2012
Apenas tú
Eres el tiempo perdido en una caja de cerillas,
inflamable saliva de sonrojo
en la boca que nunca vio nacer,
el vaivén de una llamarada
que solo si se apaga quema
(siniestra condición)
y en la comisura de tu sonrisa ignífuga
habitan kilos de ceniza
que son el manto de tu piel.
Y te apagas, y sonríes,
y en tu calma pactada
apenas sobrevive la muerte.
inflamable saliva de sonrojo
en la boca que nunca vio nacer,
el vaivén de una llamarada
que solo si se apaga quema
(siniestra condición)
y en la comisura de tu sonrisa ignífuga
habitan kilos de ceniza
que son el manto de tu piel.
Y te apagas, y sonríes,
y en tu calma pactada
apenas sobrevive la muerte.
lunes, 8 de octubre de 2012
Contraseña a pesar
Toda la correspondencia jamas escrita
podria resumirla en una sola frase
----------------------------------
Y ni siquiera una imagen.
podria resumirla en una sola frase
----------------------------------
Y ni siquiera una imagen.
domingo, 7 de octubre de 2012
Fisura en rojo
Esos días en los que consigo odiarte, abominarte, y todo tu cuerpo, tus ideas, esa mirada ansiada con la furia de lo incontrolable que dominas cuando no te dominas no son mas que un tumor que rodea tu coño; y entonces mis dedos lo acarician y el me devora, llama a la sangre el pene la punta de los dedos bocas entreabiertas, y envueltos cada vaivén hace saltar las pústulas y caen pedazos formados de celulas sobredimensionadas acumuladas muertas, y en cada empellón asomas indómita reclamando lo que es tuyo y ya tu piel acaricia el aire y el sexo tapa el aroma de la podredumbre. Cuerpos desnudos como vacías las mentes y tú, erguida sobre ti misma y acariciando al fin aquello que tú eres.
Esos días en los que consigo abominarte para darme cuenta que quizás te quiero, o ni siquiera, pero besarte para matar la inquietud del texto sin punto final.
Esos días en los que consigo abominarte para darme cuenta que quizás te quiero, o ni siquiera, pero besarte para matar la inquietud del texto sin punto final.
sábado, 6 de octubre de 2012
Fuimos Fibonacci
Tejida una red impenetrable
impenetrable ajena al subterfugio
para que el aroma del sexo sea rancio
rancio como el vaso de cerveza olvidado bajo la cama
percibiendo el lloro-risa
de apenas dos palabras no
no pronunciadas
aquella noche
ninguna de aquellas noches
noches
que no saludan a las miradas
las miradas ya perdidas
de cuando fuimos funambulistas
funambulistas de la tristeza
la tristeza
y el olvido.
impenetrable ajena al subterfugio
para que el aroma del sexo sea rancio
rancio como el vaso de cerveza olvidado bajo la cama
percibiendo el lloro-risa
de apenas dos palabras no
no pronunciadas
aquella noche
ninguna de aquellas noches
noches
que no saludan a las miradas
las miradas ya perdidas
de cuando fuimos funambulistas
funambulistas de la tristeza
la tristeza
y el olvido.
Postilla
Desististe de tu fuerza
por sentir que alguien te protege.
Es tu sepulcro esa misma ceniza
sobre la que antes te elevabas
y por mucho que sonrias
no puedes tapar esa mirada,
esa mirada anclada al minuto
que soborna tus emociones
y vendes con satisfaccion tu brillo
a una mano que te cubre
te tapa
la mano que te libera de los miedos
que solo sientes bajo ella.
Decidiste el otoño
que caduca tu mirada.
por sentir que alguien te protege.
Es tu sepulcro esa misma ceniza
sobre la que antes te elevabas
y por mucho que sonrias
no puedes tapar esa mirada,
esa mirada anclada al minuto
que soborna tus emociones
y vendes con satisfaccion tu brillo
a una mano que te cubre
te tapa
la mano que te libera de los miedos
que solo sientes bajo ella.
Decidiste el otoño
que caduca tu mirada.
martes, 2 de octubre de 2012
Parques y jardines 1
Es suntuosa esa metáfora
que te acompaña entre las piernas.
o bien
Ocupas el lugar exacto
del pan duro en la alacena.
que te acompaña entre las piernas.
Ocupas el lugar exacto
del pan duro en la alacena.
lunes, 1 de octubre de 2012
52°31’24.53”N 13°24’41.38”E
Mi pecho escribe desorientado
(dos pezones son toda la constelación. luz mas que suficiente).
Encuentrame como a un desconocido
en silencio
sin la palabra-la cadena
tu piel y mi piel sean solo piel
sin los pronombres ni la memoria
para que el tacto sea gozo
si no nos conocemos.
Retírate con la sonrisa pactada
sin guardar un solo dibujo
llévate tu corazón de niquel-cadmio
poco importa la fuente de tu energía
pero deja que te escuche respirar.
No quedará nada
no existen promesas, no existe justicia
solo ese minuto perdido en los relojes
sin peso ni presencia
pero mi yo volviendo a mí
(el posesivo no lleva acento)
y poder seguir la ruta:
Mi pene-brújula buscando tu norte
tu exclamación
entre los pliegues de otra mujer.
Septentrión
Apilar peceras no hace mar.
La tiniebla en la que te sumerge creerte libre
flotando en un deseo del pasado.
La quimera que vuelve y finge pleamar.
Ahogarse con el aire viciado
que otro rechazó antes.
Cazar la ballena y la ballena eres tú.
La tiniebla en la que te sumerge creerte libre
flotando en un deseo del pasado.
La quimera que vuelve y finge pleamar.
Ahogarse con el aire viciado
que otro rechazó antes.
Cazar la ballena y la ballena eres tú.
domingo, 30 de septiembre de 2012
Honor
-Si ella no la lee, solo es tinta derramada -hablaba una persona vacía, hablaba quien había perdido la esperanza-. Y no enviarán ninguna carta por nosotros.
Siguió escribiendo, firmó como si grabase una caricia sobre el papel, la dobló con cuidado. Apenas comenzaba a dormirse cuando entraron a buscarlos; los llevaron al campo con el amanecer.
Delante del pelotón de fusilamiento pudo recordar su último beso.
Siguió escribiendo, firmó como si grabase una caricia sobre el papel, la dobló con cuidado. Apenas comenzaba a dormirse cuando entraron a buscarlos; los llevaron al campo con el amanecer.
Delante del pelotón de fusilamiento pudo recordar su último beso.
sábado, 29 de septiembre de 2012
Minuto Soma
Cada poro es una puerta abierta; tienes la esperanza de que sirva para algo. Hay una musica de tic-tac, un ralenti creciente de tic-tac, la luz desde abajo para observar el cielo. El cielo de tu boca no recubre tu paladar. El cielo de tu boca a veces cuando sonries, a veces callada, el cielo de tu boca es la comisura relajada de tus labios. Morderse hasta sangrar, revolcarse en la sangre, piel y carne ahuyentando lo terrenal. Bajo el microscopio solo son celulas, pero se unen. La ebullicion como estado natural y no alterado, un movimiento en sincronia tic-tac y el ralenti creciente tic-tac, y cada poro sigue como una puerta abierta y tal vez sirva para algo.
viernes, 28 de septiembre de 2012
Débito
Es esta construcción
en la que el ladrillo y la bola de demoler
sostienen la misma mirada.
Es este continuo
que solo rompe
una respiración entrecortada.
Es la chaqueta raída que intercambiamos,
es la vívida memoria de lo que no vivimos,
la atonía que consolidamos con cada silencio.
No permitimos que la piel riese
ni llorase.
No lo permitimos.
Regalamos nuestro derecho
a pasear cogidos de la mano
ignorando a los ignorantes,
siendo irrefutables en la calle
temblorosos entre paredes.
Retorcimos la mirada.
Perdimos nuestra paz
por no afrontar la guerra.
Perdimos nuestra paz
por no aceptar la guerra.
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