domingo, 1 de junio de 2014

Detour

Una fila de termitas recorren la espina dorsal
fría superficie
volutas entierran al demonio una tarde cualquiera de domingo.
El pacto se sostiene; algunas cortesías, conversaciones de puesta en común. Una alegoría de la necedad para evitarla a posteriori. Cumplamos el ritual.
Desencadenados de rigores ya podemos desatar la tormenta. Recuerda que te odio, pero no por eso voy a dejar de tocarte. Recuerda que te quiero.
Arde sal en las heridas
lengua
abejas danzando frente al panal.
Esta tarde es otra tarde mas, como cualquier otra tarde. Lo leve. El vuelo.
No sabemos que día es mañana, si es que siquiera mañana es algún día, pero aquí seguimos lanzando retos y enviando postales a domicilios ajenos.
Los buzones de las pequeñas ciudades mueren ahogados con cartas de amantes desconocidos
los callejones sonríen
ciertos rincones esconden sus secretos
el paseo nunca termina.


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