Saludémonos. Pero no digas nada. Una mirada. Un beso. Una buena canción. El despertar.
La noche fue revuelta
amanecimos trenzados
trasnochados
puede que no pertenezcamos a este lugar siquiera
pero nadie nos priva de apropiárnoslo por unos instantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario