Hijas de Dioses y Semidioses abandonadas a su suerte en un mundo sin mitología. Asomadas al precipicio aúllan sin desespero, clamando por un aventurero, un ladrón, un apátrida que ampare su esencia y reconstruya una iglesia, un pequeño altar; son ahora ellas quienes han de embarcarse en odiseas, perdidos los humanos en entelequias de supervivencia y virtud, las que han de denunciar el robo de la voluntad de ascender y trascender, de las mañanas infinitas y las noches salteadas, de la piel y la mirada como formas de revolución.
Tu siempre tan molandotanto. :p
ResponderEliminarMe encanta!! Gracias por regalar al mundo estas palabras!
ResponderEliminarGracias, no tan anonimos! Es mi labor, nada mas.
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